El aislamiento de base es una técnica empleada desde la década de 1990 que reduce la acción sísmica mediante dos grandes caminos. El primero busca alargar el periodo estructural fuera de los rangos "resonantes" o sísmicamente más vulnerables en una estructura. El segundo directamente limita la fuerza en la base mediante una junta con un coeficiente de fricción bajo.
En ambos caminos los desplazamientos potenciales de toda la estructura se concentran en la base o junta de aislamiento lo cual lleva implícito juntas de movimiento libre muy holgadas de mínimo 20cm y en algunas estructuras de puentes superiores a 100cm en ambas direcciones horizontales.
Los sistemas de neopreno en sus múltiples formas (neopreno armado con o sin núcleo de plomo, entre otros) alargan el periodo de la estructura a valores tan altos como 4s o 5s donde las fuerzas sísmicas son bajas (del orden de 0,04g o 0,05g según el mínimo de la normativa).
Los sistemas de junta deslizante o de fricción en sus múltiples formas (sistema de "Péndulo friccionante") directamente limitan el cortante máximo transmitido al edificio por el propio coeficiente de fricción que puede alcanzar valores tan bajos como 0,05. Su gran ventaja frente a los primeros es su alta capacidad de carga vertical y durabilidad al tratarse normalmente de sistemas en acero.
Los sistemas de aislamiento de base son indiscutiblemente un avance importante en el diseño sismorresitente tal como se describe en detalle en el libro "Diseño Sismorresistente de edificios. Técnicas convencionales y avanzada" Por Luis Bozzo y Alex Barbat publicado por la editorial Reverte en el año 2000.